Memorias I - La Edad de la Inocencia
Vincent rondaba los catorce años de edad, pero aunque debería de estar dotado de la vitalidad y energía propias de la juventud llevaba varios años dando muestras de una debilidad que no parecía ir sí no a peor. Su familia, con su padre procedente de una adinerada familia burguesa y su difunta madre perteneciente a la baja nobleza, no tenía problemas económicos. Lord Alexander Ashton, el padre de Vincent, se aseguró que los mejores médicos del país visitasen a su hijo sin reparar en gastos. Vincent era el primer y único hijo, ya que Lady Ashton falleció de forma inesperada durante el parto. A pesar de esto el primogénito fue un bebe sano y un niño fuerte y activo, pero poco a poco sus energías parecían ir disminuyendo, aunque esto pasó en parte desapercibido hasta el momento en el que se hizo obvio por el peculiar carácter del niño.
El muchacho se crió en la antigua mansión familiar de los antepasados de su madre, bajo los quizás excesivos cuidados de su atento padre. Siempre fue un niño serio e incluso se sabía que de bebe no había derramado jamás una sola lagrima, además se comportaba con una educación y mostraba una inteligencia y un interés por aprender mucho mayores de las normales para su edad. Como nunca fue muy dado a practicar actividades físicas, aunque caminaba y corría tan bien como cualquier otro niño normal al principio, a partir de su duodécimo cumpleaños el joven Vincent se agotaba con facilidad y apenas salía de la biblioteca. Para cuando cumplió los trece años apenas podía moverse de la cama, aunque nadie podría decir que nunca hubiese estado enfermo, ni tan siquiera pasó nunca por un simple catarro.
Tras conseguir atraer a todos los especialistas de Harley Street sin ningún resultado positivo la familia recibió la visita de un hombre delgado, cargado de espaldas con la tez cetrina y horadada por la viruela que respondía al nombre de Doctor Erasmus Blackmore. A pesar de sus vestimentas algo pasadas de moda y la acritud de su tono trajo consigo cartas de recomendación de personalidades reconocidas, y una vez que la veracidad de dichas cartas pudo comprobarse satisfactoriamente no se puso ningún reparo en que el médico conociese al debilitado joven. La primera impresión que el joven Vincent tuvo del Doctor fue positiva, viendo en él a un hombre serio y con capacidad de pasarle a él sus muchos conocimientos. Cuando el médico comunicó su intención de estudiar la afección del muchacho con ayuda del mismo y sin otra compañía Vincent se mostró tan complacido e interesado que no tardó mucho Lord Ashton en aceptar sus condiciones. Así Vincent y el Doctor Blackmore pasaron juntos la mayor parte del tiempo mientras estudiaban la enfermedad, alojándose el médico en una habitación contigua a la del niño.
El muchacho se crió en la antigua mansión familiar de los antepasados de su madre, bajo los quizás excesivos cuidados de su atento padre. Siempre fue un niño serio e incluso se sabía que de bebe no había derramado jamás una sola lagrima, además se comportaba con una educación y mostraba una inteligencia y un interés por aprender mucho mayores de las normales para su edad. Como nunca fue muy dado a practicar actividades físicas, aunque caminaba y corría tan bien como cualquier otro niño normal al principio, a partir de su duodécimo cumpleaños el joven Vincent se agotaba con facilidad y apenas salía de la biblioteca. Para cuando cumplió los trece años apenas podía moverse de la cama, aunque nadie podría decir que nunca hubiese estado enfermo, ni tan siquiera pasó nunca por un simple catarro.
Tras conseguir atraer a todos los especialistas de Harley Street sin ningún resultado positivo la familia recibió la visita de un hombre delgado, cargado de espaldas con la tez cetrina y horadada por la viruela que respondía al nombre de Doctor Erasmus Blackmore. A pesar de sus vestimentas algo pasadas de moda y la acritud de su tono trajo consigo cartas de recomendación de personalidades reconocidas, y una vez que la veracidad de dichas cartas pudo comprobarse satisfactoriamente no se puso ningún reparo en que el médico conociese al debilitado joven. La primera impresión que el joven Vincent tuvo del Doctor fue positiva, viendo en él a un hombre serio y con capacidad de pasarle a él sus muchos conocimientos. Cuando el médico comunicó su intención de estudiar la afección del muchacho con ayuda del mismo y sin otra compañía Vincent se mostró tan complacido e interesado que no tardó mucho Lord Ashton en aceptar sus condiciones. Así Vincent y el Doctor Blackmore pasaron juntos la mayor parte del tiempo mientras estudiaban la enfermedad, alojándose el médico en una habitación contigua a la del niño.
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